Desde el año 1874, existe una prenda masculina creada especialmente para proteger y brindar comodidad a los deportistas de la época. Las constantes heridas y dolencias provocadas por lesiones ocurridas durante la ejecución de los deportes (mayormente deportes de contacto), inspiraron la elaboración de los llamados jockstraps o suspensorios.
Esta prenda consta de una banda en la cintura, dos tiras elásticas que rodean los glúteos dejándolos libres y por supuesto, una bolsa frontal que encapsula los genitales manteniéndolos ajustados (más no apretados) contra el cuerpo. Algunos suspensorios contienen en dicha bolsa una coquilla de plástico duro, de titanio o con bordes acolchados. Esta característica de más, funciona como protector en deportes como básquet, béisbol, fútbol, fútbol americano, gimnasia y de más disciplinas en las que se pueda ver en riesgo la zona pélvica del hombre. La importancia de la coquilla es bastante alta, puesto que un golpe mal recibido, puede llegar a ocasionar hasta la pérdida de un testículo.
Con el auge de utilización de los jockstraps, las marcas de ropa interior masculina empezaron a ofrecerlos dentro de sus productos, y así mismo el público a consumirlos hasta el día de hoy, cuando las ventas de este prototipo han aumentado en gran cantidad, ¿pero a qué se debe ese alto consumo? Pues bien, los suspensorios resultan bastante cómodos al ejecutar actividades como trotar debido a que su forma minimiza los excesos de los movimientos, permite la evacuación de calor (disminuyendo la posibilidad de aparición de hongos) y genera entonces, sensación de libertad.
Su apariencia aún genera cierto rechazo, pero una vez utilizados pueden llegar a convertirse hasta en una de las prendas de predilección de los hombres. El truco está en saber elegir colores, texturas y formas que vayan con la personalidad de quien los usa, como siempre lo hemos recomendado en cualquier tipo de prenda. Si se realiza una buena elección, es muy factible que tengas en tu guardaropa un artículo cómodo pero a la vez muy sexy.